Su reestreno con la camiseta alba ocurrió el 31 de enero en la victoria por 3-1 sobre Cobreloa válida por la segunda fecha del torneo, siendo substituido a los 61 minutos por Charles Aránguiz. Al final del partido, el árbitro compensa el tiempo total en minutos que se suspendió el juego en diferentes momentos. El 10 de mayo, entró en el segundo tiempo en el partido ante Athletico Paranaense por la fase de grupos de la Copa Libertadores 2019, y convirtió un gol en los últimos minutos para ganar el partido 2 a 1. Sin embargo, el equipo no lograría revalidar el título liguero de la Superliga 2018/19, camiseta boca juniors centenario que acabaría siendo campeón Racing. 1 a 1 ante Coquimbo Unido. En el partido de vuelta en el Olímpico, Talleres perdió 4 a 1. Luego le ganaría a Deportivo Italiano en cuartos de final pero perdería el segundo ascenso en las semifinales del octogonal ante Unión de Santa Fe, quien luego ascendería venciendo a Instituto.
El 29 de diciembre de 2000, Racing Club fue gestionado por Blanquiceleste Sociedad Anónima, liderada por el empresario Fernando Marín, camiseta boca junior con un proyecto para sanear las finanzas y pagar la deuda en un plazo de 10 años. Esto era por el hecho de que el PSG no tenía ni diez años de vigencia y era un club en construcción que no podía ganar trofeos, como lo demuestran sus posiciones como undécimo y decimotercero obtenidos en el campeonato. El portero Gilmar recibió el número 3, Garrincha y Zagallo usaron el número de wing contrario al que les correspondía respectivamente, 11 y 7, mientras que Pelé recibió por azar el número 10, por lo cual dicho número se volvería famoso. Destacados mediocampistas defensivos que han utilizado dicho número son Marcelo Díaz, Gonzalo Espinoza y Lorenzo Reyes, todos campeones con el club. Un cambio de un número alto a uno bajo puede ser un indicio de que es más probable que el jugador arranque como titular en la próxima temporada. En 2007, el club de la Major League Soccer Los Angeles Galaxy suprimió el número del exjugador Cobi Jones, el 13; fue el primer equipo de la MLS en hacerlo. En las United Soccer Leagues First Division y Major League Soccer, había solo 20 jugadores de campo portando números de camiseta mayores a 30 en el equipo titular en la temporada 2009, dando indicios de que se ha seguido el modelo tradicional.
El «soccer» de los clubes profesionales de Norteamérica sigue un modelo similar al de los clubes europeos, con la excepción de que muchos clubes estadounidenses y canadienses no tienen «equipos de reserva» y por lo tanto no asignan números altos a esos jugadores. En el Mundial de 1990, en Escocia se asignaron números de camiseta de acuerdo al número de partidos internacionales que cada jugador había jugado hasta ese momento (con la excepción del portero Jim Leighton, al que se le asignó fuera de secuencia el número 1): Alex McLeish, que era el jugador con más participaciones, obtuvo el número 2, mientras que Robert Fleck y Bryan Gunn, que solo tenían una participación cada uno, obtuvieron los números 21 y 22, respectivamente. Además, debido al uso de solo 2 delanteros, el número 11 puede que no sea usado. En una práctica que terminó después del Mundial de 1990, Italia otorgó los números bajos a los defensores, medianos a los mediocampistas y altos a los delanteros, en tanto que los números 1, 12 y 22 se asignaron a los porteros.
Cuando se usa un 4-4-2 como los de Estudiantes de La Plata multicampeón de los ’60 o la selección argentina que terminó subcampeona del Mundial de 2014, los números son los mismos que en el 4-3-3, excepto que el «box-to-box midfielder» puede tener cualquier número. Algunos jugadores mantienen el número con el que comenzaron su carrera en el club, como el defensa del Chelsea John Terry, que ha usado el número 26 desde que se volvió parte del primer equipo. En 2011, el Real Salt Lake retiró el número 9 que usaba en sus tiempos como jugador el entrenador Jason Kreis. A los jugadores generalmente no se les permite cambiar su número durante la temporada, aunque un jugador puede cambiar número si cambia de club en medio de la temporada. Esto se debió al hecho de que hasta los años 1960, el fútbol argentino se desarrolló más o menos aislado de la evolución traída por los entrenadores británicos, italianos y húngaros, debido a las limitaciones tecnológicas de la época en materia de comunicaciones y viajes con Europa, falta de información para mantenerse al tanto de las novedades, falta de conocimiento y/o interés en las últimas innovaciones, y un fuerte nacionalismo promovido por la Asociación del Fútbol Argentino (por ejemplo, en aquella época a los argentinos que jugaran en Europa se les tenía prohibido jugar en la selección argentina).